Martes 14 de mayo 2024

Palestina: temen que cierren la agencia para refugiados

Redacción 12/02/2024 - 00.21.hs

En los campos de refugiados de Cisjordania, los palestinos que dependen de la agencia Unrwa para la atención sanitaria y la escolarización temen que se interrumpan servicios clave, ya que los donantes suspendieron la financiación por los cargos de que miembros del personal participaron en el ataque de Hamás de octubre.

 

La mayor parte de la atención sobre el destino de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos se ha centrado en sus operaciones de emergencia en Gaza, devastada por la guerra, donde es fundamental para el esfuerzo de ayuda a los 2,3 millones de habitantes del enclave.

 

Pero la agencia es también un salvavidas para los refugiados palestinos en todo Oriente Medio, incluida Cisjordania, donde atiende a más de 870.000 personas y gestiona 96 escuelas y 43 centros de atención primaria de salud.

 

“Ningún tipo de ayuda”.

 

“Si cortan la ayuda de la Unrwa, no habrá ningún tipo de ayuda para los residentes, especialmente en los campos de refugiados porque dependen de la Unrwa”, advirtió Mohammad al-Masri, residente del campo de refugiados de Dheisheh, cerca de Belén.

 

La Unrwa anunció el mes pasado que había despedido personal después de que Israel presentara alegaciones de que 12 de sus 13.000 empleados en Gaza habían participado en el asalto del 7 de octubre por parte de combatientes de Hamás.

 

El grupo militante islamista mató a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y arrastró a más de 250 a Gaza como rehenes, según los recuentos israelíes. La guerra aérea y terrestre de Israel en el enclave dirigido por Hamás ha dejado más de 28.000 muertos, según las autoridades sanitarias.

 

Las acusaciones contra la Unrwa han reavivado las antiguas demandas israelíes de desmantelar una agencia que ambas partes consideran estrechamente vinculada a un problema de refugiados que se remonta a la creación de Israel en 1948 y que se encuentra en el centro de su conflicto de décadas.

 

Expulsados.

 

Unos 700.000 palestinos, la mitad de la población árabe de lo que hace 75 años era la Palestina británica, huyeron o fueron expulsados, muchos de ellos a los países árabes vecinos, donde permanecen sus descendientes. Los campos de tiendas en los que vivieron después de 1948 se convirtieron en ciudades urbanizadas.

 

Sin una solución duradera al conflicto palestino-israelí en el horizonte, conservan el estatuto de refugiados, incluso en Cisjordania y Gaza, y reivindican el derecho a regresar a sus hogares dentro de las fronteras de Israel.

 

Israel siempre lo ha rechazado, afirmando que decidieron marcharse y no tienen derecho a regresar. El mes pasado, el primer ministro Benjamin Netanyahu renovó sus demandas de cierre de la Unrwa, afirmando que “pretende preservar la cuestión de los refugiados palestinos”.

 

Daoud Faraj tenía 10 años cuando su familia se convirtió en refugiada. Ahora, con 85 años, ha vivido la mayor parte de su vida en el campo de Aida, en Cisjordania, cerca de Jerusalén. “Cortar la ayuda perjudicará a mucha gente. No sólo a mí”, dijo, refiriéndose a los servicios sanitarios y las escuelas que la Unrwa gestiona en el campamento.

 

Rehenes.

 

Por otra parte, las Brigadas Qassam de Hamás informaron que dos rehenes murieron y ocho están heridos de gravedad por los bombardeos israelíes de las últimas 96 horas. Además de la muerte de los dos rehenes retenidos por Hamás en la franja, el brazo armado, Brigadas Qassam, añadió en su canal de Telegram que "las condiciones de los ocho heridos son peligrosas a la luz de la inhabilidad para proporcionarles el tratamiento adecuado".

 

El Ministerio de Salud de Gaza dice que el número de palestinos muertos en el enclave palestino desde el inicio de la guerra alcanzó los 28.176 y que otras 67.784 personas han resultado heridas.

 

Del 24 de noviembre al 1 de diciembre, durante una tregua humanitaria pactada con la mediación conjunta de Catar, Egipto y Estados Unidos, se canjearon 80 rehenes israelíes de Hamás, en su mayoría mujeres y niños, por 240 presos palestinos sin delitos de sangre. Además, las milicias palestinas liberaron a casi 30 cautivos más, en su mayoría tailandeses residentes en Israel. Unos 130 rehenes todavía permanecen cautivos en Gaza.

 

Al expirar la tregua, las operaciones bélicas se reanudaron y el flujo de ayuda humanitaria que llega al sur del enclave palestino desde Egipto se redujo nuevamente a una quinta parte de lo que Gaza recibía antes de esta guerra, según la ONU.

 

Rusia y otros países instan a Israel y a Hamás a pactar un alto al fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región. (NA/Sputnik)

 

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