Lorenzo Gatti pesaba 204 kilos, ahora 117
Nacido en Uriburu, Gatti vive en Santa Rosa desde chico y es un personaje muy conocido. Ya desde joven empezó a sufrir los trastornos que le fueron cambiando sus hábitos hasta desembocar en un hombre que llegó a estar incapacitado para caminar, y que creía que ya no tendría solución al problema que lo aquejaba hace tanto tiempo.
En su casa de Barrio Congreso, donde vive con su mamá Lidia, y su sobrino Marcos, Lorenzo atiende a LA ARENA, y se lo ve con ganas de transmitir su experiencia, de contar para que más gente conozca que es posible zafar de una situación tan terrible como la que lo afectó. Hoy con 117 kilos, vestido impecablemente, pantalón oscuro y camisa a cuadros, se planta frente al fotógrafo para que capte su "nueva" figura.
Más de 200 kilos.
El cronista conocía a Gatti desde joven, y aunque era un muchacho "grandote", de ninguna manera podía pensarse que podría llegar a pesar más de 200 kilos. Pero eso le pasó. "Ya de joven empecé a tener problemas, hasta que desemboqué en esa situación. Así fue que empezaron a tratarme en el Hospital Evita, con el doctor Juan Manuel Canal -el director del establecimiento- como su médico de cabecera; con un equipo que también integran el doctor Pablo Minardi, la nutricionista Lorena Peirano, los kinesiólogos Guillermo Ruggero y Leticia Rodríguez, la psicóloga Gimena Lastiri. El cirujano Sebastián Mendelberg fue finalmente el que le hizo el by pass gástrico en la Clínica Modelo. "Pero tengo que destacar no sólo a los profesionales, sino a todo el personal, desde las chicas que limpian hasta los choferes, porque todos me daban una mano en algún momento", relata.
A todos ellos les agradece hoy Lorenzo. Llegó el Hospital Evita el 29 de septiembre de 2008, y allí fue donde comenzó una durísima lucha contra la obesidad. "Estuve siete meses internado, cinco de ellos en sillas de rueda, porque no podía caminar porque las rodillas no me soportaban", relata. Con un trabajo formidable fue bajando, gramo a gramo, kilo a kilo, día a día, con dieta estricta al principio, con algunos ejercicios que se fueron sumando después, y también con un gran "esfuerzo personal".
Exitosa operación.
Llegó a pesar antes de la operación 120 kilos. Hasta que llegó el 24 de febrero de este año y el momento de someterse a la intervención. Fue todo un éxito, y hoy Omar Lorenzo luce orgulloso, contento de poder haber podido encontrar una solución, sus 117 kilos. Aunque obviamente el proceso no terminó, y sigue haciendo una dieta líquida, actividad física y yendo al gimnasio, en tanto continúa con su tarea de vender Quiniela en la puerta de un conocido supermercado.
Está aliviado, conforme con su presente, pero no se quiere quedar en eso. Pretende ayudar, que otras personas que sobrellevan su enfermedad puedan también superarla.
"Tenemos en el Hospital Evita un Grupo de Ayuda a la Obesidad, y en estos momentos son nueve personas que están concurriendo para tratar de salir. Pero quiero decir que todas las personas que quieran acercarse que lo hagan, porque estamos abiertos a recibirlos", amplió Gatti.
Hoy se siente en condiciones de ser un poco una guía para muchos que están con el problema que él está superando, y está dispuesto a ayudar. "Mi mensaje es que concurran a lugares para informarse, porque con ayuda se puede. Ya se vio que en un hospital público hubo recursos y disposición para que alguien se pueda hacer el by pass gástrico, y podría haber oportunidades para que más gente se anime", se entusiasma Omar Lorenzo.
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