Desacuerdo por investigación sobre el arsénico en el agua

(General Pico) - El bloque de concejales de Comunidad Organizada (CO) de esta ciudad difundió hace unos días el resultado de un estudio sobre el arsénico en agua que realizó la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam), utilizando esos datos para reforzar su reclamo sobre la calidad del agua potable. Sin embargo, uno de los autores de esa investigación universitaria explicó que los resultados no apuntan en el mismo sentido que lo difundido por los ediles piquenses.
El actual subsecretario de Ecología de la provincia, Darío Mariani, fue uno de los investigadores de la universidad que desarrolló ese trabajo realizado en 2011 junto a las profesionales Ivana Rodríguez, Vanesa Soma, Andrea Heck y Gabriela Dalmaso. El funcionario, en diálogo con este diario, manifestó que las conclusiones del trabajo estaban claras pero no concordó con las recientes declaraciones de los legisladores de CO.
La investigación fue efectuada con muestras de cabello pertenecientes a 70 personas que residen en esta ciudad y que consumían agua de red. En ese grupo de individuos había hombres y mujeres de diferentes edades. Al mismo tiempo se tomaron muestras de agua en esta localidad.
El estudio fue realizado en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales en comparación con otras pruebas similares desarrolladas en otros países, como en la isla de Taiwán en China.
En el trabajo se expresa que La Pampa, al igual que otras provincias como Salta, Córdoba y San Luis, tienen arsénico en las napas freáticas por lo cual la realización de la investigación era apropiada. Las muestras se tomaron en General Pico porque el norte pampeano es la región con niveles más altos de ese metaloide.

Valores aceptables.
En las conclusiones del análisis quedó expresado que el contenido de arsénico en agua era de 0,110 miligramos por litro. En tanto que el valor de concentración encontrado en las muestras fue de 0,183 miligramos por kilo, con algunas variaciones ya que las mujeres tenían cantidades menores que los hombres. Y, al mismo tiempo, las personas menores de 20 tenían concentraciones más altas de arsénico que los grupos etarios mayores.
Por otra parte, en la investigación se consignó que los pocos casos médicos de arsenicismo detectados por consultas médicas eran de residentes rurales que no beben agua de red.
Un dato llamativo de ese estudio fue que la media de 0,183 miligramos por kilo hallada en los piquenses está dentro de los valores que pueden presentar personas no expuestas al arsénico, con concentraciones en cabello que oscilan entre 0,020 y 0,200 miligramos por kilo.
En las conclusiones de la investigación quedó explicitado que para "la especie de arsénico presente en el agua de bebida de esta localidad pampeana, el contenido promedio de 0,110 miligramos por litro es un valor aceptable, ya que este elemento no alcanza a depositarse en el organismo en cantidad suficiente como para producir enfermedad".
Según este estudio una persona debería consumir el agua de esta ciudad por más de 120 años para lograr una concentración de arsénico que generase una enfermedad como el cáncer de piel.

Cuestionamientos.
El cuestionamiento de CO al servicio de agua potable ha tenido como principal fundamento la influencia del consumo líquido en la salud de la población. Controversia que también se difundió tiempo atrás con un análisis realizado en un laboratorio de Córdoba.
Los concejales del bloque manifestaron en reiteradas oportunidades que la concentración de arsénico en el agua tratada que entrega la Cooperativa Regional de Electricidad (Corpico) supera el límite máximo establecido por el Código Alimentario Argentino.
Incluso los ediles han votado en contra de los aumentos solicitados por la cooperativa para este año porque sostienen que el agua no es de calidad ni potable.