Sabado 29 de junio 2024

Se quemaron las placas del viejo techo del Megaestadio

Redacción 17/06/2024 - 00.06.hs

Una quema de pastizales en los terrenos contiguos al Megaestadio alcanzó rápidamente unas placas de poliuretano inyectado que permanecían estibadas desde hace casi veinte años. El incendio provocó granes columnas de humo negro, muy denso y altamente tóxico, que por efecto del viento subieron rápidamente a la atmósfera sin causar inconvenientes a las personas ni afectar la visibilidad de automovilistas.

 

Ayer a la tarde, pocos minutos después de las 16:00, un llamado alertó al Cuartel de Bomberos sobre “una quema de pastizales junto al Megaestadio”. Cuando la primera dotación llegó al sitio, “el fuego ya había alcanzado las placas que correspondían al viejo techo del polideportivo”, lamentaron los efectivos.

 

Frente a la combustión de este material el uso del agua no resulta efectivo, ya que provoca mayor inflamación. Por eso, los bomberos se dedicaron inmediatamente a proteger una porción de placas que todavía no había sido alcanzada por las llamas, mientras controlaban cómo se consumía la parte afectada.

 

Como resulta habitual los domingos, una gran cantidad de familias visitaron ayer el Parque Recreativo Don Tomás, y por eso muchas personas se acercaron inmediatamente a observar el espectáculo, atraídos por la voracidad del fuego y el denso humo que despedía. En ese contexto, la policía provincial organizó un operativo para evitar que las personas se acercaran al sitio donde el viejo techo se consumía, ante la atenta mirada de los bomberos.

 

“Afortunadamente, no hubo efectivos de seguridad ni personas afectadas y tampoco registramos inconvenientes de visibilidad en calles y rutas”, explicó el jefe de Bomberos, Enzo Ojeda. En diálogo con LA ARENA, informó que trabajaron durante “unas dos horas y media para resguardar el material que el fuego todavía no había alcanzado” y calculó que el sector consumido por el incendio representaba “aproximadamente la mitad del volumen que se encontraba estibado allí”.

 

Origen desconocido.

 

Durante el lapso que esa parte del viejo techo demoró en quemarse, una gran cantidad de personas se acercó para observar el siniestro. Desde más cerca, caminando sobre las vías, o detenido sobre la vereda de la calle Fortín, el vecindario comentaba la escena con abundantes referencias a las dos décadas que arrastra ya el estadio y curiosas hipótesis sobre el origen del fuego y los materiales que ardían a plena luz del día, frente a decenas de personas.

 

“El fuego se originó en unos pastizales cercanos. Podría haber sido provocado por algunos niños o adolescentes que estuvieron jugando o tal vez fue resultado de una acción imprudente de alguna persona que encendió fuego. Eso no pudimos establecerlo”, confirmó Ojeda.

 

Finalmente, luego de casi tres horas, el fuego consumió completamente las placas afectadas y los bomberos iniciaron “movimientos del material y una tarea de extinción definitiva del fuego”.

 

Sobre las 19.30 horas el fuego estaba totalmente extinto y los camiones de bomberos ya habían regresado al cuartel. Una leve columna de humo brotaba lentamente de los paneles quemados, ecos póstumos del incidente que aportó un espectáculo inesperado a los festejos por el Día del Padre.

 

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