Viernes 28 de junio 2024

La UBA realizó encuesta

Redacción 27/06/2024 - 00.21.hs

En la Argentina, el principal motivo de discriminación es, por lejos, la ideología o las creencias políticas. Mientras tanto, los inmigrantes latinoamericanos, las personas con discapacidad intelectual y las mujeres son los grupos que reciben los mayores niveles de prejuicio, según lo determinó un estudio realizado por Joaquín Ungaretti y Edgardo Etchezahar, investigadores del Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

 

La investigación también observó que las personas de género masculino presentaron mayores niveles de prejuicio hacia casi todos los grupos en comparación con el género femenino, a excepción del prejuicio hacia la homosexualidad, en el que no se hallaron diferencias significativas entre los géneros.

 

Estos resultados, en base a 1.747 casos de siete grandes regiones del país durante el 19 y 22 de este mes, replican casi con exactitud los obtenidos en la primera versión del mismo estudio desarrollado en 2020. Según los autores, esto da cuenta de que el prejuicio hacia determinados grupos sociales constituye un problema estructural argentino.

 

Jóvenes.

 

La única gran diferencia que se observó con respecto de la investigación del 2020 se encuentra en los niveles de prejuicio según la edad. Esta vez fueron los más jóvenes -personas entre 18 y 29 años- quienes presentaron mayores niveles de prejuicio hacia todos los grupos sociales evaluados.

 

“Esto es una tendencia que vamos a tener que seguir explorando, pero en principio una de las interpretaciones posibles tiene que ver con que si bien en la actualidad los jóvenes son más abiertos y tolerantes que generaciones anteriores, en el particular contexto argentino, los jóvenes son un grupo muy golpeado por las sucesivas crisis económicas y es probable que el aumento de la competencia percibida y la escasez de recursos pueda ser un factor relevante en el aumento de la hostilidad hacia diferentes grupos sociales”, dijo Ungaretti al diario La Nación.

 

Además, dijo: “Estamos asistiendo a un clima político nuevo con un Gobierno que cuestiona lo que en épocas pasadas era considerado políticamente correcto, generando mayor libertad para expresar opiniones más fuertes”.

 

De acuerdo a Ungaretti, es necesario diferenciar los conceptos de estereotipo, prejuicio y discriminación ya que, a pesar de que pueden parecer sinónimos, no lo son. “Los estereotipos son esa imagen mental que nos viene rápidamente a la mente cuando pensamos en un sujeto o grupo, mientras que el prejuicio es esa imagen sumada a un afecto generalmente negativo. La discrimación ya no es solo la imagen mental junto con el afecto sino que es el prejuicio llevado a la acción”, dijo.

 

Ideología.

 

En cuanto a los motivos por los cuales se experimentó discriminación, la ideología o las creencias políticas ocupó el primer puesto con el 45,2%, seguido, por lejos, por la edad con 18,8% y alguna condición física o mental, 14,4%. Aún más atrás quedaron el género, 12,4%; religión, 5,7%; color de piel, 1,8%; orientación sexual, 1,1%; y etnia 0,6%.

 

“Décadas de extrema polarización política no han sido inocuas para las relaciones entre los ciudadanos argentinos. Por el contrario, se ha convertido en el eje central sobre el que gira el problema de la discriminación en la Argentina”, dijeron.

 

Los participantes del estudio consideraron que “los villeros”, las personas en situación de pobreza y los indígenas son los grupos más discriminados en el contexto argentino. Por el contrario, consideraron que las mujeres, los grupos feministas y los adultos mayores son los grupos menos discriminados.

 

Ante la pregunta acerca de haber experimentado algún tipo de discriminación en el último año, el 35,3% de los 1747 participantes del estudio indicó que sí. Es decir, casi cuatro de cada diez argentinos declararon haber experimentado algún tipo de discriminación, apenas por debajo del 38,8% del estudio anterior.

 

“Los números continúan siendo preocupantes. Además, estos valores pueden estar reflejando solo la ‘punta del iceberg’. Muchos actos discriminatorios se encuentran naturalizados e invisibilizados y, lamentablemente, no son percibidos y condenados como tales”, remarcaron los autores.

 

Mujeres.

 

Al profundizar en el género de las personas que indicaron haber experimentado algún tipo de discriminación, el 57,6% se identificaron como mujeres. “La diferencia en los niveles de discriminación percibida en función del género es una constante en los estudios sobre discriminación y constituye una verdadera problemática. Sistemáticamente, las mujeres reportan haber sido víctimas de discriminación en mayor medida que los hombres”, explicaron en el informe.

 

Por último, las redes sociales e internet aparecieron como el ámbito principal en el que los participantes refieren haber sido víctimas de discriminación. La investigación infiere que en la actualidad, las redes sociales constituyen un espacio virtual en donde, por un lado, se potencian las polarizaciones políticas y se vehicula la descarga emocional, y, por otro, se potencian los estereotipos sobre la juventud y los ideales de belleza imperantes.

 

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