“Te enferman porque actuás de buena fe”

“La Justicia lo deja seguir trabajando como si nada”, lamentó Miguel, otro vecino santarroseño que denunció a AKSA Construcciones SAS y ahora decidió relatar su historia en LA ARENA. Entregó todos sus ahorros, la obra no avanzó según lo prometido y se enfermó. “Me enojé tanto que me afectó a nivel intestinal, ahora tengo cáncer de colon. No quiero echarle la culpa, pero dicen que cuando tenés un disgusto el intestino es lo primero que habla”, manifestó.

En diálogo con este diario, Miguel -quien prefirió no exponer su apellido- contó que conoció a AKSA a través de una publicación de Facebook. “Fue en octubre de 2023, hablamos por teléfono pero quería conocerlo personalmente (a Luciano Andrada) ya que en su Facebook dice que es el dueño de la empresa. Concerté una reunión para ver quién era. El sistema constructivo ya lo conocía por otros y me parecía el mejor dentro de los tipos de viviendas industrializadas porque es de eficiencia energética y sustentabilidad”, relató.

“Cuando nos encontramos vi que tenía una oficina armada y me dieron confianza las palabras de él, porque decía que era el representante de este sistema de construcción en Santa Rosa, que tenía conocimiento, personal, herramientas y decidí ir por la casa. En noviembre se me vencía el contrato de alquiler, el cual ahora me aumentan cada tres meses”, agregó el vecino.

Recordó que antes de las elecciones de noviembre le entregó “1.800 dólares, el cual estaba a 1.350 pesos, para frenar la suba de los precios ya que a los paneles los traía desde el sur. Le tuve que pedir que me haga el recibo o factura porque no me lo hacía. Tuve que ir hasta su oficina para que cumpla”, señaló.

“No atendía el teléfono”.

Seguían pasando las semanas y Miguel no recibía respuestas sobre el avance de la obra, pero desde AKSA le plantearon que “se vencía uno de los plazos” y por ello en enero debió entregar más plata. “Le pagué, pero ya estaba enojado y le dije que le di la plata para que haga mi casa, no la de los demás”, manifestó y contó que desde la empresa no le contestaban los mensajes.

“En febrero lo apuré, no lo encontraba por ningún lado, no atendía el teléfono y hasta lo mandé a llamar por otra gente. Cada vez me daba más miedo porque había que hacer la platea. En febrero apareció y llevó a empleados para que la hagan, pero ellos estaban todos enojados porque dudaban que le pagaran porque les debía de trabajos anteriores. Traía herramientas alquiladas y la platea quedó muy fea, pero estaba hecha”, se conformó Miguel y agregó: “Luego había que hacer la carpeta, parecía que lo había hecho un nene de ocho años. También clavó unas maderas para las paredes y estaban torcidas…”.

El fin de semana pasado, se comprometió a construir los paneles, pero Miguel ya no quería continuar con la construcción. “Le dije que me devuelva los 4.200 dólares porque me habían hecho cualquier cosa. Además, ya le había hecho la denuncia penal porque había pasado marzo y abril sin noticias, y hasta iba a vender la moto para pagar el techo, pero sabía que me iba a enfermar… Me enojé tanto que me afectó a nivel intestinal, ahora tengo cáncer de colon. No quiero echarle la culpa, pero dicen que cuando tenés un disgusto el intestino es lo primero que habla”, lamentó.

Denuncias.

También leyó las notas que se publicaron en LA ARENA y Luciano Andrada lo llamó: “Me dio su segunda campana, pero le dije que no estaba cumpliendo conmigo y me vino con la historia de que le habían sacado las herramientas, yo le respondí que es problema de su empresa, que no quería excusas. Quiere revertir el mal nombre que ya tiene”.

Por último, Miguel contó que es viajante y con el dinero que contaba “llegaba arañando a terminar la casa”. Aseguró que “te enferman porque actuás de buena fe” y se preguntó sobre el rol de la Justicia: “La Justicia lo deja seguir trabajando como si nada, eso te llama la atención. Quiero que accionen, ¿cuántas denuncias hay que meterle? Con una ya debería alcanzar…”.